Revista Científica Arbitrada en Investigaciones de la Salud ‘‘GESTAR”. Vol. 4, Núm. 8. (Ed. Esp. Nov.) ISSN: 2737-6273
Ansiedad social: Intervención desde la terapia de aceptación y compromiso a propósito de un caso.
temperamento inhibido en etapas
infantiles (Vicuña, 2016).
y piensa que el otro lo va a valorar
negativamente, por lo cual tiende a
evitar, siendo esa evitación la que
consolida el síntoma ansioso y
Desde un modelo neurobiológico se
identifica
el
tronco
cerebral,
conserva la tendencia
a
no
específicamente, el locus coeruleus,
como el centro generador de la crisis
de ansiedad, convirtiéndose el
sistema límbico en la zona donde se
ubicaría la ansiedad anticipatoria
exponerse, por lo tanto no logra
desarrollar habilidades sociales,
creándolas a medias y poder contar
con lo que puede (Bulacio, 2018).
(
Gómez, 2012).
Estudios epidemiológicos señalan
que se trata de un trastorno de inicio
temprano y que presenta un curso
crónico si no es tratado a tiempo,
Pero hay que considerar que
algunas estructuras centrales del
sistema límbico como el hipocampo
está menos implicado en las
emociones, mientras circuitos que
vinculan otras partes del cerebro,
sobre todo los lóbulos prefrontales
con la amígdala son más centrales,
sobre todo en el cortex prefrontal en
el que se originarían las conductas
de evitación (Goleman, 2017)
debido
a
que
muchas
investigaciones han informado que
niños de tan sólo ocho años de edad
ya cumplen criterios diagnósticos
para este trastorno, y es en la
adolescencia cuando se produce
una mayor madurez cognitiva y
también un incremento en los
miedos a la evaluación social, en
comparación con los niños. Lo que
explicaría su detección entre los 12 y
(Gómez, 2012).
En esta línea de teórica es
importante acotar que el temor
generado por la FS, no está puesto
en un objeto sino en la evaluación
que el otro puede pensar de él según
las propias capacidades cognitivas,
intelectuales, de razonamiento y
conocimiento con las que cree
contar. Así mismo tiene una pobre
valoración de la imagen de sí mismo
1
7 años de edad como etapa inicial.
Más allá de estas aseveraciones a
medida que el niño adquiere la FS,
esta es continua, pudiendo continuar
durante toda la vida (García, 2013).
En cuanto al diagnóstico debemos
tener presente las características
que posee la FS sobre todo en su
componente social descartando
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